"HORROR FLOTANTE"
El peor viaje de mi vida, la vuelta de Porto Torres (Cerdeña) a Barcelona con Grimaldi Lines. Y tengo para comparar, ya que a la ida fuimos desde Marsella con otra compañía.
Empezando por la absoluta desorganización para embarcar. Llegamos con el coche de los primeros al puerto, es decir aproximadamente 2 horas antes de la hora de salida ya que en teoría eso nos habría permitido embarcar de los primeros y por tanto acceder a los asientos sin agobios, al menos esa había sido la experiencia de nuestro viaje de ida. Craso error, sin orden ni concierto aparente nos iban enviando a posiciones que nos llevaron a embarcar de los últimos, por tanto para cuando quisimos ir a coger asientos, ya no quedaba ninguno en ninguna zona que no fuera la cafetería en la cual sí o sí tenías que consumir (el viaje duraba 12 horas y obviamente es inviable estar 12 horas consumiendo). La gente se había tirado en plancha a acaparar la mayor cantidad de asientos posible, de manera que resultaba prácticamente imposible hacerse con ninguna butaca. Tras casi dos horas deambulando como almas en pena conseguimos de aquí y allá y sobre todo gracias a la amabilidad de un matrimonio con una niña pequeña que había contratado un camarote y nos cedieron 3, 5 butacas (éramos 6 personas con dos coches), que tuvimos que defender con uñas y dientes y lógicamente turnándonos. En ningún caso contamos con la ayuda del personal de a bordo (hay que tener en cuenta que no éramos los únicos que sufrimos esa situación), que a lo más que llegó es a vociferar desagradablemente y llamar la atención de los que se echaban a dormir utilizando las butacas y sofás como si fueran camas, pero en ningún caso trató de poner orden en los asientos y eso solamente después de las muchas protestas que se les amontonaron en recepción. Eso sí, en recepción no hubo nadie hasta pasado un buen rato tras el desatraque.
En general pienso que ese barco no está acondicionado para llevar la cantidad de viajeros que éramos, ignoro cómo calculan el aforo pero ni en cubierta, ni en la zona de butacas libres, ni en la zona de butacas para descansar (cuando cogimos los billetes, de los dos coches únicamente pudimos conseguir derecho a 1 butaca), se veía espacio y me refiero a asientos, suficiente (y sigo valorando por comparación).
Otro tema son los aseos, poner una estrella en el apartado limpieza del barco, implica que hay algo de limpieza, nada más lejos de la realidad. Al punto de zarpar, es decir cuando se supone que prácticamente no se han usado, eran un horror: Absolutamente pestilentes, sucios, prácticamente la mitad de ellos sin cerradura, al poco no había papel (pero volvías la tiempo y seguía sin haber), salvo el tirado en el suelo, en varios no había jabón, su número era a todas luces insuficiente para la cantidad de gente que estábamos.....inenarrable, en resumen.
El cátering....si no fuera porque eran 12 horas de viaje, movería a risa....En la cafetería había una cola inmensa, así que visto el resto de "virtudes" del barco decidimos escrutar lo que pedía la gente antes de arriesgarnos y visto que lo que apreciamos unánime era que todo tenía aspecto sospechoso y que en todas las mesas se quedaba la mayor parte de la comida pedida, nos decidimos por unos bocadillos pensando ingenuamente que serían más inocuos........terrible decisión!!!!! el que parecía menos terrible en las fotografías que era uno vegetal en de un pan de multicereales, resultó ser la cosa más repugnante que me ha tocado intentar comer en mi vida y que fue a la basura íntegro. Se trataba de un pan, por llamarlo de algún modo, que había estado congelado y que al descongelarlo se había convertido en una cosa tipo el blandiblú con el que jugaban los niños y ah!, el relleno....eso sí que era inenarrable....los supuestos vegetales eran calabacín y/o berenjena en una salsa ácida (teóricamente en vinagre, pero quien piense que se puede parecer a un pepinillo en vinagre se equivoca, relleno surrealista para un bocadillo por ot
Comentado el por Pablo, quien viajó con Grimaldi Lines en el Cruise Roma
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